
Boca estrenaba entrenador, ante Independiente en Mar del Plata. Sin embargo la sensación de Carlos Ischia no debe ser la mejor por estas horas. Es que su equipo jugó mal y cayó 2-1 en Mar del Plata.
Durante el primer tiempo, el Xeneize jugó de manera convincente. Dominó la pelota y mostró algunas interesantes individualidades como las de Gracián y Mouche, quienes estuvieron muy movedizos. El 1-0 del Rojo por intermedio de Germán Denis a los 22 minutos dejaba la sensación de algo de injusticia en el resultado porque los de la Ribera habrían merecido, al menos, conservar la iguldad.
El equipo, en esta ocasión, vestido de amarillo llegó a la merecida igualdad luego de una buena jugada individual de Gracián que terminó en la cabeza de Boselli, para que éste resolviera por encima de Assmann a los 37. Un poco de justicia en el marcador.
Sin nuevas tendencias se fue la parte inicial y llegó el complemento, que tardó en tener ritmo, el entusiasmo de los dirigidos por Ischia se diluyó y con la entreada de un talentoso chico de 17 años, Patricio Rodríguez, en el Diablo, los comandados por Troglio ganaron mucha dinámica y velocidad, siendo, segundos después de ingresado, Rodríguez quien estampara el 2 a 1 final, transcurridos 20 minutos de la etapa final.
Lo cierto es que desde allí, los de Avellaneda justificaron un triunfo merecido ante un conjunto Xeneize totalmente desdibujado, descolorido, desordenado y perdido en el campo. Para colmo a los 40, Silvestre vio la roja por doble amarilla. Un final innecesario para un Boca que prometió mucho al comienzo y en el segundo tiempo decepcionó. Mientras tanto, por el lado de Independiente tienen para destacar la gran sociedad que armaron Montenegro y Rodríguez, la dinámica que ganó el equipo con este último en el campo, apoyándose además en algún destello mostrado ya ante River, por ejemplo, metiendo el centro del gol.
Ambos deben trabajar, está claro que recién comienza la pretemporada. Los de Ischia, para saber dónde están realmente parados, deberán aguardar al choque del sábado, ante el Ciclón de Ramón.
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