Preso de la obsesión de Boedo, conoce el paño por sus participaciones en el torneo top de América y porque el Pelado lo vacunó: "El peor recuerdo se lo debo a él, ya que me dejó afuera una vez. Fue muy bueno que se haya quedado en San Lorenzo".
ANDRES GOMEZ afranco@ole.com.ar
Ojalá le saquemos el jugo a todo este laburo que estamos haciendo en la pretemporada, porque estoy muerto", habla con Olé, y con la lengua afuera, Sebastián Méndez.
--Ya estás grande.
--Y cada vez cuesta más.

--No vas a volver a insistir nuevamente con lo del retiro, ¿no?
--Nooo. Quiero jugar muchos años más.
--¿Tanto te gusta esto?
--Es lo más lindo que hay. Trabajamos dos horas por día, jugamos a la pelota y encima nos pagan.
--Es cierto. Sin embargo, hay varios futbolistas que hablan del cansancio que les provoca esta profesión, por el tema de las concentraciones y pretemporadas, entre otras cuestiones...
--Esas cosas no son muy simpáticas, es cierto, pero son detalles. Yo me banco todo. Si con esta profesión puedo ver a mis hijos muchas más horas por día que otros padres. Los jugadores tenemos tiempo de sobra. Para mí es un gran trabajo. El día que no me divierta más, largo. Porque, además, el que no disfruta de esto irremediablemente no va a rendir como quiere dentro de la cancha. Eso sí: en las vacaciones apagué el celular, no leí los diarios, no vi la televisión...
--Y ahora ya sí.
--Es parte de esto. Y uno se acostumbra. No es tan grave, ya te digo. Si hasta tengo amigos periodistas, como uno español que me quedó de la época del Celta. En diciembre me lo traje a pasear a la Argentina junto a otros amigos españoles.
--¿Les hiciste de guía?
--Sí. Y los llevé a la cancha de San Lorenzo, por supuesto. Se sorprendían por el barrio de enfrente. Pero les gustó la cancha, eh. A ellos les gusta muchísimo el fútbol argentino. Y les gusta la Argentina, por Maradona y Calamaro.
--Y a vos, España.
--Sí, mi familia es de allá, la pasé bárbaro en Vigo, la gente es bárbara. Pero acá disfruto más que allá, eh.
--¿Por?
--Es que en España, cuando jugaba en el Celta, tenía de compañeros a dos rusos, tres franceses, dos brasileños, cinco argentinos y el resto españoles. Era una ensalada. Bastante complicado. Cada uno estaba en su onda. La relación era mucho más fría que acá. Nunca un mate en el vestuario... Y, en cambio, en San Lorenzo todo lo contrario: hay un grupo muy unido. Eso fue clave para lograr el campeonato del año pasado.
--¿Y este año?
--Estamos bien, con ganas, sabemos que tenemos seis meses importantísimos. Debemos trabajar tranquilos, sin pensar en lo que viene, solamente en trabajar, en pasar esta parte, que es la más dura. Ya te dije que estoy muerto.
--Sí, pero todo sea por ganar la Copa, ¿no?
--Uf, ¿sabés qué lindo sería? Ojalá se nos dé. Espero que la experiencia de la última Sudamericana nos sirva de lección. Contra Arsenal hicimos el peor partido con Ramón como entrenador. No se puede repetir algo así. En la Libertadores tenemos que dejar el alma. Aunque a veces con eso no resulta suficiente, porque también corre la suerte, o un error que puede ser fatal: una pifia y estás afuera, quedás eliminado.
--Vos jugaste copas, ¿de qué factores externos hay que cuidarse?
--Jugué mucho, es cierto, y te diría que hay que ver el tema de los árbitros. Igual, esta Libertadores es más tranquila que la de años atrás: en los años 60 ó 70 sí que era bravo jugarla.
--¿Y tenés speach para los árbitros?
--No, je. Igual, trato de no hablarles, de no darles importancia. Pero a veces se me escapa y les digo de todo, lo reconozco.
--Por lo pronto, no fue culpa de los árbitros, como en algún momento se dijo, que a ustedes les haya ido mal durante el semestre pasado.
--No. En el torneo pasado no encontramos regularidad. Y hablo de regularidad en cuanto a resultados. Porque en el campeonato que ganamos por ahí tampoco jugábamos bien, pero ganábamos. Fue complicado el torneo anterior. Las últimas fechas las terminamos jugando por respeto, porque nos pagan por esto, pero no teníamos la misma motivación. Cuando peleás el título corrés el triple.Y no porque estés más preparado, si no porque te jugás la vida. Es algo que nace inconsciente. Igual que la ilusión se renueva cada vez que empieza algo nuevo. Ahora estamos motivados de nuevo.
--Y la gente...
--Sí, ya sé, y nosotros ni te cuento. La Copa es un torneo tan hermoso como difícil. Pero bueno, nadie pensaba que ganaríamos el Clausura y mirá... Plantel seguro que hay.
--¿Y mística?
--La mística se forma, se trabaja, se moldea. Igual, ojo que éste no es el mismo equipo que ganó el título. Faltan cuatro muchachos que fueron titulares en esa formación...
--Pero hubo varios refuerzos hace seis meses, llegó Placente, vendrán más seguramente...
--Sí, por eso te digo que plantel hay. Pero hay que ser cautos.
--¿Lo decís por experiencia personal?
--Yo, en general, tengo buenos recuerdos de la Libertadores (NdeR: jugó 24 partidos entre las ediciones de 1997, 1999, 2001 y 2002, siempre con Vélez). Empecé a jugarla después de que Vélez saliera campeón. Pero, mirá cómo son las cosas, en la que más avanzamos, el año en que teníamos uno de los mejores equipos y estábamos ilusionados, fue en el 99, cuando quedamos afuera con un River de Ramón. Perdimos 2-0 allá y ganamos 1-0 de local, peloteándolos. Bastante injusto, pero bueno, River tenía un equipazo, jugaban Angel, Saviola, Aimar... Siempre nos ganaba. Así que, sin dudas, mi peor recuerdo en una Copa se lo debo a Ramón.
--¿Se lo recordaste?
--Je, je, nooo. Todavía no le dije nada. Además, es mejor no acordarse.
--¿Y recuerdos lindos?
--A mí me gustan mucho los partidos con los brasileños. Viste que allá te bailan, pero acá los peloteás. Son especiales, se mete mucho con ellos. Igual, me da igual jugar con Cruzeiro o Cerro Porteño.
--¿Qué tal el grupo?
--Difícil. La altura... Pero hay que ganarles a todos. Tener a Ramón en el banco es una garantía.
--Ahora te toca tenerlo de tu lado...
--Sí, fue positivo que Ramón se quedara, porque nos conoce, lo conocemos, hay un respeto mutuo.
Estamos contentos. Además, tiene el plus de haber ganado la Copa. Ramón sabe de qué se trata. Aunque no haya una receta, algunos trucos aprendés. Y Ramón sabe secretos para ganar la Copa Libertadores, debe saber unos cuantos....
MAR DEL PLATA (ENVIADO).
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